Quizá hayas visto titulares que dicen que las ejecuciones hipotecarias están aumentando. Si eso te pone nervioso y te hace pensar en otra crisis, aquí tienes lo esencial que debes saber.

Según ATTOM, durante la crisis inmobiliaria entre 2007 y 2011 más de 9 millones de personas pasaron por algún tipo de venta en situación de angustia. El año pasado, esa cifra fue de poco más de 300,000. Así que, aun con el repunte reciente, estamos hablando de niveles dramáticamente inferiores a los de aquella época.

Entonces, ¿viene una ola de ejecuciones? La respuesta corta es: no.

Los expertos vigilan las morosidades hipotecarias (préstamos con más de 30 días de atraso) como una señal temprana de posibles ejecuciones a futuro. Y los datos más recientes sobre morosidades son, en general, tranquilizadores. Hoy, el conjunto de morosidades se mantiene en niveles consistentes con los que teníamos a finales del año pasado, lo que significa que no estamos viendo el tipo de aumento generalizado que anticiparía un problema masivo.

Sin embargo, hay matices importantes. Como apunta Marina Walsh, Vice President of Industry Analysis en la Mortgage Bankers Association:

“Si bien las morosidades hipotecarias en general están relativamente planas frente al año pasado, la composición ha cambiado.”

En concreto, el aumento reciente se concentra en préstamos asegurados por la FHA. Es decir: muchos de los nuevos atrasos provienen de prestatarios con préstamos FHA, que suelen ser más sensibles a vaivenes económicos.

Hay varias razones plausibles: los prestatarios con préstamos FHA suelen tener perfiles de ingreso o de ahorro más ajustados, y por eso las señales de desaceleración económica (miedo a la recesión, inflación persistente, dificultades en el empleo) pueden afectarles antes. Pero eso no es igual a una crisis general: las tasas de morosidad para otros tipos de préstamos se mantienen bajas y estables.

En la crisis de 2008, las morosidades estaban elevadas en todas las categorías de préstamos. Hoy el panorama es distinto: el problema es más localizado y no refleja un fallo sistémico.

Así lo resume ResiClub:

“El reciente repunte en la morosidad hipotecaria parece concentrarse entre prestatarios FHA; sin embargo, el comportamiento de las hipotecas sigue siendo muy sólido cuando se lo observa en el marco de los últimos veinte años de datos.”

Otro dato clave: los préstamos FHA representan aproximadamente el 12% del total de hipotecas a nivel nacional. No son mayoría, pero su distribución geográfica importa.

Al observar concentraciones por estado, se aprecia que ciertas regiones —especialmente varios estados del sur— muestran una mayor proporción de saldos hipotecarios en mora. Es decir, los lugares con más préstamos FHA tienden a registrar tasas de morosidad más altas. Eso no implica un colapso nacional, pero sí subraya que el riesgo es más localizado y que la lectura del mercado debe hacerse siempre con datos regionales.


Si atraviesas dificultades financieras, no estás solo y hay opciones

Nadie quiere enfrentar una ejecución. Si estás teniendo problemas para pagar tu hipoteca, lo primero es comunicarte con tu prestamista: muchas veces se pueden acordar planes de pago, modificaciones de préstamo o alternativas que eviten la pérdida de la vivienda. Además, muchos propietarios hoy cuentan con montos considerables de plusvalía; vender la casa antes de una ejecución o explorar opciones de venta puede ser una salida viable en determinados casos.

En resumen: existen vías para evitar la ejecución, y es crucial actuar con rapidez y asesoría.


Conclusión:

  1. Las ejecuciones han subido ligeramente, pero están muy lejos de los niveles de 2008.

  2. Las morosidades actuales no muestran un patrón generalizado de crisis; el aumento se concentra principalmente en préstamos FHA.

  3. El impacto es local: algunas regiones, sobre todo en el sur, requieren mayor vigilancia.

  4. Si tienes dificultades, habla con tu prestamista y evalúa alternativas antes de que la situación empeore.

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