Muchos compradores temen una recesión: casi 2 de cada 3 estadounidenses lo creen, y el 74% dice que eso afecta sus decisiones financieras (LendingTree). Sin embargo, solo 1 de cada 3 economistas encuestados considera que es probable una recesión en los próximos 12 meses (Wall Street Journal). No hay recesión ahora; hay incertidumbre, y lo mejor es tomar decisiones con datos, no con miedo.

Mientras casi dos tercios de la población temen una recesión, solo alrededor del 33% de economistas cree que eso ocurrirá en los próximos 12 meses. Esa discrepancia invita a poner en perspectiva el miedo: la percepción general puede estar más influida por la cobertura mediática que por el consenso técnico.

No hay una recesión ahora mismo, y la posibilidad futura no está firmemente establecida. Por tanto, resulta más útil basar las decisiones en la propia situación financiera que en la expectativa generalizada.

Si se va a comprar en este contexto, es importante priorizar la preparación y la prudencia:

  1. Tener un presupuesto claro y respetarlo. Evitar estirarse demasiado: las cuotas hipotecarias deben ser sostenibles y los ahorros cubrir imprevistos, considerando además gastos que pueden aumentar como seguros e impuestos.

  2. Negociar con ventaja. Con más viviendas en oferta y algunos compradores retirándose por temor, existe mayor poder de negociación. Aprovecharlo para obtener mejores términos.

  3. Planear los pagos y las opciones de tasa. Consultar con prestamistas para saber qué pago y qué tasa se puede calificar hoy, así como las alternativas si las tasas bajan más adelante.

  4. Valorar vender antes de comprar. Para quien ya es propietario, vender primero puede reducir la presión financiera y clarificar el presupuesto disponible.

Además, es esencial contar con un equipo de confianza: agentes locales y asesores que conozcan el mercado y ayuden a obtener las mejores condiciones, incluso ante escenarios económicos inciertos.

Qué revisar antes de avanzar

El factor clave al comprar en tiempos inciertos es la seguridad en el ingreso. Tener estabilidad laboral y un colchón de ahorros permite manejar la hipoteca incluso si cambian las circunstancias económicas. Si el empleo es estable y existen reservas para emergencias, no siempre es necesario postergar la compra. Pero sin esas bases, la prudencia aconseja esperar o ajustar el plan. Como señala Bankrate, comprar durante una recesión puede ser una buena opción solo para quienes mantienen estabilidad financiera; por eso es tan valioso tener cerca a un agente experimentado que oriente en cada paso.


En resumen

Aunque la mayoría de los estadounidenses espera una recesión, la mayoría de los expertos no la anticipa con certeza. Si las finanzas personales y el empleo son sólidos, seguir adelante con la compra es una opción viable; con un presupuesto claro, negociación inteligente y el apoyo de profesionales, se pueden reducir riesgos.

Si quieres revisar tus números y ver si ahora es buen momento para ti, conectemos.