Reciente encuesta de Bank of America preguntó a compradores potenciales qué les haría sentirse más seguros a la hora de mudarse, y no sorprende que las respuestas tengan un tema claro: quieren que mejore la asequibilidad, en particular precios y tasas.

La buena noticia es que, aunque la economía general pueda seguir pareciendo incierta, hay señales de que el mercado inmobiliario está mostrando cambios en ambas áreas. Vamos a desglosarlo para que sepas con qué te estás encontrando.

En los últimos años los precios de las viviendas subieron muy rápido, hasta el punto de dejar a muchos compradores fuera del mercado. Hoy, ese ritmo se ha desacelerado. Para comparar: entre 2020 y 2021 los precios aumentaron alrededor de un 20% en 12 meses. Ahora, a nivel nacional, los expertos proyectan incrementos en un solo dígito este año —un ritmo mucho más normal.

Es un contraste marcado respecto al crecimiento acelerado de hace apenas unos años. Ten en cuenta que las tendencias de precios varían por zona: en algunos mercados seguirán subiendo y en otros puede haber ligeras caídas. No estamos hablando de un desplome de precios, sino de una moderación. Para los compradores, esa desaceleración hace que comprar sea menos intimidante y resulta más sencillo planificar el presupuesto cuando los valores se mueven con más calma.

Al mismo tiempo, las tasas se han moderado respecto a sus picos recientes, lo que quita presión a los compradores potenciales. Como señala Lisa Sturtevant, economista jefe de Bright MLS:

“El crecimiento de precios más lento, junto con una ligera caída en las tasas hipotecarias, mejorará la asequibilidad y creará una ventana para que algunos compradores entren al mercado.”

Incluso una pequeña caída en las tasas puede suponer una gran diferencia en lo que pagarás mensualmente. Recuerda, las tasas pueden seguir mostrando volatilidad, así que no te obsesiones con cada altibajo.

La tendencia general para el próximo año apunta a que las tasas se mantendrán en la zona baja a media del 6%, lo cual es mucho mejor que donde estaban hace algunos meses. Y podrían bajar más, dependiendo de cómo evolucione la economía.

La confianza en la economía puede estar baja, pero el mercado inmobiliario está mostrando señales de ajuste: los precios se moderan y las tasas han retrocedido desde sus máximos.

Esto importa porque significa que el panorama está cambiando en favor de los compradores. Una desaceleración en los precios no solo te da más margen para planificar y negociar, también abre la posibilidad de acceder a viviendas que antes parecían fuera de alcance. Por su parte, unas tasas más bajas reducen el costo mensual de tu hipoteca, lo que se traduce en mayor estabilidad y seguridad financiera a largo plazo.

Además, este nuevo escenario puede darte la oportunidad de reevaluar tus metas de vivienda: quizá mudarte a un vecindario que antes parecía inalcanzable, considerar una casa con más espacio, o incluso decidir dar el paso de ser propietario por primera vez.

En otras palabras, los cambios actuales en el mercado no son solo números en un informe: son factores que pueden marcar la diferencia en tus decisiones de vida y en la tranquilidad de tu bolsillo.


Conclusión

Las dos principales preocupaciones de los compradores están moviéndose en la dirección correcta: precios más moderados y tasas más bajas. Es posible que esas tendencias se mantengan de cara a 2026.

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