Puede que no quieras poner en hibernación tus planes de compra este invierno. Aunque mucha gente asume que la primavera es la temporada ideal para comprar, datos recientes muestran que enero podría ser en realidad el mes más conveniente para quien cuida el presupuesto. Suena sorprendente, pero hay razones claras por las que enero merece una mirada seria: precios históricamente bajos por pie cuadrado, menos competencia y vendedores más dispuestos a negociar.

LendingTree identifica a enero como el mes menos costoso para comprar una vivienda. Históricamente, enero suele ofrecer uno de los puntos más bajos del año en precio por pie cuadrado; la primavera, en cambio, es cuando la demanda (y los precios) tienden a alcanzar su pico. En términos concretos, según los datos más recientes, para una casa típica de 1,500 pies² quien cerró en enero pagó alrededor de $23,000 menos que quien compró en mayo.

Esa diferencia no es un detalle menor: para muchas familias con márgenes ajustados, esos miles de dólares pueden ser la diferencia entre un pago mensual manejable y uno que aprieta demasiado el presupuesto. Aunque el ahorro exacto depende del precio, tamaño y tipo de casa, la tendencia anual es consistente y relevante para compradores que priorizan el costo.

En invierno el mercado se ralentiza: tanto compradores como vendedores tienden a dar un paso atrás pensando en esperar a la primavera. Eso produce dos efectos favorables para quien compra ahora: menos competencia (menos probabilidades de entrar en una guerra de ofertas) y una mayor disposición de algunos vendedores a negociar.


Con menos gente buscando, se evidencia quién realmente necesita vender; esos vendedores suelen aceptar concesiones que van más allá de una simple rebaja de precio: créditos para costos de cierre, garantías adicionales o arreglos por reparaciones. Como explica Realtor.com, menos competencia se traduce en más poder de negociación para el comprador y en concesiones que pueden sumar miles de dólares en valor. Es decir: no es que todas las casas vayan a tener descuentos, pero sí aumenta la probabilidad de obtener mejores términos si la casa y la oferta encajan.

Quitar la presión y el frenesí de la primavera hace más fácil conseguir la casa adecuada a un precio razonable. Si esperas, más compradores volverán al mercado y probablemente pagarás más y con más estrés.

Comprar en enero ofrece tres ventajas difíciles de replicar en primavera:

  1. Menos competencia.

  2. Precios potencialmente más bajos.

  3. Vendedores con plazos reales que facilitan cerrar rápido.

Ahora bien, la decisión final depende de tu situación personal: tus tiempos, tu presupuesto y la disponibilidad de viviendas que cumplan tus “must-haves”. Pero no partas de la suposición automática de que es mejor esperar al calor: en muchos casos, actuar en enero puede ser la jugada más inteligente.


En resumen

Comprar en enero puede significar ahorro real (ej.: unos $23,000 menos vs. mayo en una vivienda típica de 1,500 ft²), menos competencia y más posibilidades de negociación con vendedores motivados. Si estás pensando dar el paso, vale la pena revisar números y opciones ahora en lugar de asumir que la primavera será mejor.


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