Si planeas comprar una casa este año, hay un gasto que no puedes pasar por alto: los costos de cierre.

Casi todos los compradores saben que existen, pero no muchos saben exactamente qué cubren o cuánto pueden variar según el lugar donde compres. Vamos a desglosarlo para que llegues preparado.

Los costos de cierre son los cargos adicionales y pagos que realizas al finalizar la compra de tu vivienda. Casi todo comprador los tiene. Según Freddie Mac, normalmente incluyen elementos como el seguro del propietario y el seguro de título, además de distintas tarifas por:

  1. Solicitud del préstamo

  2. Informe de crédito

  3. Originación del préstamo

  4. Tasación de la vivienda

  5. Inspección de la casa

  6. Levantamiento/croquis de la propiedad (survey)

  7. Honorarios de abogado (donde proceda)

Si buscas datos sobre costos de cierre verás rangos nacionales habituales —por ejemplo, 2% a 5% del precio de compra—. Es un punto de partida útil para armar tu presupuesto, pero no cuenta toda la historia. En la práctica, los costos también dependen de:

  1. Impuestos y tasas locales (por ejemplo, impuestos de transferencia o tasas de registro).

  2. Costes de servicios en tu zona (tarifas de compañías de título, honorarios legales, etc.).

  3. Normativas estatales y tasas aplicables.

Por eso, dos compradores que compren la misma casa en distintos estados pueden terminar pagando cantidades muy distintas en el cierre. Consultar con profesionales locales antes de empezar a buscar te da control y evita sorpresas.

Para darte una referencia más concreta, existe un desglose por estado que estima los costos típicos de cierre para la vivienda de precio medio en cada territorio (ver mapa). Según ese cálculo, en algunos estados los costos de cierre rondan $1,000–$3,000, y en otros pueden estar cerca de $10,000–$15,000. Es una diferencia grande, sobre todo para quien compra por primera vez.

Si quieres un número realista para tu presupuesto, lo más recomendable es hablar con un agente local y un prestamista: ellos pueden calcularlo con el precio, el tipo de préstamo y la ubicación exacta que te interesan.

Si al ver el número piensas en formas de reducirlo, aquí tienes ideas que suelen funcionar (las comparte NerdWallet y otros asesores hipotecarios):

  1. Negociar con el vendedor. Pide concesiones, como un crédito para cubrir parte de los costos de cierre.

  2. Comparar seguros de hogar. Buscar diferentes coberturas y tarifas antes de contratar puede ahorrar dinero.

  3. Buscar programas de ayuda. Algunas localidades, profesiones o programas estatales ofrecen asistencia para costos de cierre o ayuda al comprador de vivienda. Tu agente o prestamista puede señalar programas disponibles en tu zona.

  4. Comparar proveedores. Pregunta varios presupuestos para tasación, seguro de título y otros servicios —los precios pueden variar.


En conclusión

Los costos de cierre son una parte clave de la compra y pueden variar mucho según el estado y la localidad. Saber de antemano cuánto podrías pagar (y qué opciones tienes para reducirlo) te pone en una posición de control y confianza.

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