Si comprar una casa está en tu radar —aunque sea un plan a futuro y no algo inmediato— obtener la preaprobación temprano sigue siendo una de las decisiones más inteligentes que puedes tomar. ¿Por qué? Porque, como en todo, la preparación adecuada te trae claridad.

La mejor hora para tomarte en serio la compra es antes de estar listo para comprar. Te explicamos por qué.

Una de las grandes ventajas de la preaprobación es que te muestra tu poder de compra real. En el proceso, un prestamista revisa tus finanzas y te dice cuánto podría prestarte según tus ingresos, deudas, historial crediticio y más. Ese número es poder.

Con esa claridad, dejas de adivinar: sabes con qué presupuesto cuentas. Eso te permite planear con cabeza fría y no enamorarte de casas fuera de tu alcance —ni perder oportunidades que sí coinciden con tu rango.

No hace falta estar listo para comprar para estar listo para comprar.

Pasa todo el tiempo: alguien hojea listados por curiosidad y de repente aparece la casa perfecta. Si no estás preaprobado, el tiempo que tardas en juntar documentos y conseguir la aprobación puede ser suficiente para que otro comprador cierre la operación. Y no quieres que eso te pase.

La preaprobación no es precipitarse ni forzar un calendario: es asegurarte de que estarás listo cuando llegue el momento decisivo. Como explica Experian:

“Esperar demasiado para obtener una preaprobación, sin embargo, podría dejarte en desventaja... podrías encontrar la casa perfecta, pero otro comprador podría arrebatártela mientras esperas a que el prestamista revise tu solicitud de preaprobación... obtener una preaprobación justo antes de comenzar a buscar activamente puede ser la mejor opción.”

En vez de apurarte a conseguir documentación y ver cómo la casa que quieres se te escapa, ya estarás en juego: es como presentarte a la línea de salida con las zapatillas atadas y el calentamiento hecho, mientras otros todavía buscan dónde aparcar.

Las preaprobaciones caducan, así que pregunta al prestamista cuánto tiempo son válidas. Bankrate apunta:

“Muchas preaprobaciones hipotecarias son válidas por 90 días, aunque algunos prestamistas solo autorizan preaprobaciones de 30 o 60 días. Si tu preaprobación expira, renovarla puede ser tan simple como que el prestamista revise de nuevo tu crédito y finanzas para confirmar que no ha habido cambios importantes.”

Así que, aunque la preaprobación tiene fecha de expiración, renovarla suele ser un trámite sencillo si tu situación no cambió.


En resumen

Tener una preaprobación no te obliga a comprar hoy, pero sí te da claridad sobre lo que puedes permitirte y te pone en posición de actuar rápido cuando aparezca la casa adecuada. Si quieres empezar el proceso, conecta con un prestamista y pon la pelota en marcha.

Mientras tanto, hablemos de lo que buscas y de tus prioridades para que estemos listos cuando llegue la oportunidad. Si la casa perfecta apareciera mañana, ¿estarías listo para dar el paso?