Muchos compradores se encuentran hoy en modo “esperar y ver”. Observan cómo las tasas hipotecarias se mantienen un poco por encima del 6% y piensan que tomarán la decisión cuando bajen a niveles del 5%. Es una reacción lógica: todo el mundo quiere asegurar la mejor tasa posible.

Sin embargo, existe una realidad importante que a menudo pasa desapercibida: llegar a una tasa del 5.99% podría no representar el ahorro significativo que muchos imaginan.

Aunque la asequibilidad sigue siendo un reto, el mercado ya le ha dado a los compradores una ventaja inicial. Las tasas han bajado desde los picos que alcanzaron en mayo, cuando superaron el 7%, y ese descenso ya ha generado ahorros reales. De hecho, según datos de Redfin, el pago mensual típico de una vivienda de $400,000 ha disminuido casi $400 desde entonces. Es un recorte relevante para quienes pausaron su búsqueda creyendo que la compra era inalcanzable.


Aun así, la tentación de esperar una caída aún mayor es fuerte. El problema: esa espera podría terminar costando más de lo que ahorra.

El texto detalla que, aunque el descenso de las tasas pueda parecer pequeño, su impacto en los pagos mensuales es considerable. Desde que las tasas alcanzaron su punto más alto en mayo, la disminución gradual hasta niveles bajos del 6% ya genera un ahorro cercano a $400 mensuales en una vivienda típica de $400,000. Esta diferencia es real y significativa comparada con lo que se habría pagado en primavera.

Por eso, aun si las tasas llegaran a 5.99%, el ahorro adicional sería relativamente modesto: cerca de $80 al mes, dependiendo del precio de la vivienda y la tasa específica ofrecida por el prestamista. Ese monto equivale aproximadamente a una comida familiar —una cifra útil, pero no transformadora.

La mayoría de expertos proyecta que las tasas se mantendrán más o menos en los niveles actuales durante 2026. Solo un pronóstico plantea la posibilidad de que bajen a niveles altos del 5%. Y aun si eso llega a ocurrir, el ahorro mensual adicional (esos ~$80) no cambiaría de manera sustancial la ecuación financiera para la mayoría de los compradores.

Además, esperar por ese pequeño ahorro puede significar perder oportunidades más grandes. Hoy hay más inventario disponible, vendedores dispuestos a negociar y menos competencia activa. Pero si las tasas bajan por debajo del 6%, el comportamiento del mercado cambia: más personas volverían a comprar.

La National Association of Realtors (NAR) indica que, si las tasas llegaran al 6%, unos 5.5 millones de hogares adicionales podrían permitirse la vivienda de precio mediano. Aunque solo una fracción decidiera comprar, eso representaría cientos de miles de compradores entrando nuevamente al mercado.

Ese aumento en la demanda generaría más competencia, lo que típicamente presiona los precios al alza. Estos incrementos podrían neutralizar —o incluso superar— el ahorro de esos $80 por mes que algunos compradores esperan. En otras palabras, la oportunidad de comprar ahora podría ofrecer más beneficios que esperar una caída de tasa relativamente pequeña.


En resumen

Las tasas ya han bajado desde su pico y eso ha generado un ahorro significativo —casi $400 mensuales en una vivienda típica— mientras que alcanzar una tasa del 5.99% supondría un ahorro adicional cercano a $80. Esperar por ese monto puede implicar perder inventario, oportunidades de negociación y enfrentarse a un mercado más competitivo si las tasas bajan y más compradores regresan.


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